La dación en pago, ¿el recurso final?
La crisis económica que ha vivido nuestro país nos ha obligado a familiarizarnos con conceptos antes desconocidos: prima de riesgo, rescate financiero, cláusulas suelo y techo… Uno de esos conceptos es la dación en pago, una de las últimas soluciones a las que puede recurrir una familia cuando sus circunstancias económicas le impiden seguir haciendo frente a las cuotas de su hipoteca.
Os contamos en qué consiste y en qué casos puede otorgarse.
¿Qué es la dación en pago?
Técnicamente está concebida como una alternativa a la ejecución hipotecaria y en la práctica ofrece la posibilidad de entregar el inmueble para cancelar la deuda con el banco. La dación en pago no nos permite recuperar el dinero que ya hemos invertido en nuestra casa, pero con ella dejaremos de tener deudas pendientes con nuestra entidad bancaria, que también dejaría de reclamar comisiones de impago e intereses de demora.
Se aprobó por un Real Decreto Ley en marzo de 2012 entre otra serie de medida urgentes de protección de deudores hipotecarios sin recursos y reconoce que si el banco la concede el hipotecado se libera de su deuda automáticamente pudiendo permanecer en el inmueble durante dos años en régimen de alquiler por una cuantía asumible considerados sus ingresos.
Ten en cuenta que la dación en pago no es una obligación legal y que es posible que tu banco te la niegue si la solicitas. En la práctica, prácticamente todas las entidades la ofrecen hoy en día ante el enorme porcentaje de impagos en las hipotecas que se han vivido en nuestro país.
Ventajas de la dación en pago
La principal y más obvia para el hipotecado es que consigue cancelar de manera total la deuda que contrajo con el banco al suscribir la hipoteca de su inmueble.
Sin embargo, es evidente que perder una vivienda después de años invirtiendo en ella es un paso muy duro para los propietarios. La solicitud de la dación en pago ofrece también a los afectados la
oportunidad de sentarse a negociar con el banco una posible salida para su situación más allá de la dación. No dejes de valorar que el stock de viviendas de que disponen hoy los bancos es muy
amplio, por lo que es más que probable que te ofrezcan renegociar tu hipoteca con unas condiciones que su puedas afrontar para que conserves tu casa o sigas viviendo en ella a cambio de una renta muy baja, lo que llamamos alquiler social. Valora todas las opciones y no dejes de consultar con expertos si tienes dudas.
Desventajas de la dación en pago
Más allá de la obvia pérdida del inmueble, la dación en pago puede complicar nuestra situación financiera a largo plazo. Si pasado un tiempo tus circunstancias económicas cambian y quisieras
contratar otra hipoteca, los bancos aumentarían los requisitos y los tipos de interés, pues te considerarían un cliente de riesgo. Por la misma razón nos costará acceder a préstamos personales y
otros tipos de productos financieros.
Cómo solicitar la dación en pago
Acude a tu entidad bancaria para comunicar tu situación económica y valorad juntos tu capacidad real de pago pues dependiendo de tu liquidez podrán ofrecerte diferentes acuerdos. Por ejemplo, podéis pactar una carencia de capital, que supone que durante unos meses la cuota de tu hipoteca se reduciría porque sólo pagarías la parte correspondiente a los intereses bancarios, no al capital prestado.
Otra alternativa es la carencia total, que se basa en la concesión por parte del banco de un periodo de gracia sin pagar la hipoteca. Es una solución que te permitirá salvar dinero a corto plazo, pero que incrementará tu deuda a largo plazo pues aumentarían los intereses. Si el banco no acepta ninguna de las dos opciones se plantearía la dación en pago, que pueden tardar entre tres y seis meses en concederte.